Rodrigo Arlok Tlapiani
Que podría significar la caída definitiva de la hegemonía del Orden Mundial Liberal y la consolidación del Orden Tripolar (China-Rusia-EU).
Es obvio que en su retórica occidente omita las constantes violaciones a los acuerdos de Minsk y a los derechos humanos de los rusos étnicos de la zona por parte del gobierno neonazi de Ucrania, ultras con origen en la Segunda Guerra Mundial apoyados por la OTAN con intereses expansionistas, es innegable que hay una guerra demográfica en el Donbás, incluso teológica entre católicos y ortodoxos fieles al patriarcado de Moscú, lo que es aberrante, aparte del hecho bélico en sí y la muerte de personas inocentes, es que los fariseos que aseguran portar la bandera de la paz son los mismos que históricamente buscan desestabilizar los equilibrios regionales en Europa del Este y en Asia. Por ejemplo, en el 2016 ya advertía el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que “el expansionismo de la OTAN y el despliegue de tropas en el Báltico (en Ucrania había asesores militares de la OTAN) muestra una vez más el carácter agresivo de la Alianza Atlántica”, acusando a Washington de organizar una maniobra peligrosa encaminada a desatar una nueva guerra fría, y en pleno 2022 jodidamente nos acercamos al clímax de la inversión de polos geopolíticos que cambie el orden mundial (dicho por el propio Biden), ergo, la Historia humana.
Literalmente la OTAN colocó en Ucrania a un presidente que sabe payasear (es comediante) y seguir el juego patriotero de occidente alentando a sus ciudadanos a visualizarse en el matadero para defender su idea esquizoide de una victoria en su propia visión nacionalista eurófila. Los mismos que lo utilizaron, lo envalentonaron enviándole armas (que desde el comienzo sabíamos que era un suicidio asistido por el poder militar ruso) y que narrativamente construyeron la ¨inevitabilidad¨ de la guerra, son los que hasta el día de hoy dejan en ascuas al pueblo ucraniano que nunca pudo ver el riesgo o las contras inminentes de unirse a la OTAN, más doloroso aún con antecedentes como los de Grecia y la posible guerra en el Egéo entre Grecia y Turquía, ambos miembros de la OTAN, pero en donde Francia parece estar utilizando a Grecia como escenario de guerra (al igual que a Ucrania la OTAN) para dejar afuera a Turquía formando una heterogénea coalición en el Mediterráneo oriental, con Francia como líder de facto seguido de Grecia y Chipre, pero también de Israel, Egipto o Emiratos Árabes Unidos, un eje anti Turquía por lo cual será difícil que Turquía reciba su justa parte de recursos energéticos que hay en el mediterráneo, podríamos decir que en la OTAN pesan más los intereses de las superpotencias que de los países más débiles y emergentes en su supuesta Alianza Atlántica.
"Como menciona Slavoj Zizek, más allá de que no coincida con él en muchas cosas, ¿Será tan sólo una casualidad que en manifestaciones en favor del actual gobierno se puedan ver imágenes y bustos de Stalin? ¿Acaso no se corre un riesgo al celebrar como una imposición de políticas progresistas antimperialistas el derrocamiento del gobierno ucraniano y no como un posible retorno a la política exterior y nacional zarista?"
Por otro lado, también es deleznable la inocencia de los que toman partido en cualquier posición, y por lo tanto también a favor de Putin, visualizándolo como él revolucionario que combate al fascismo en nombre de la humanidad, y no como un entusiasta de la reconstrucción del imperio soviético, y que es capaz de recurrir a inescrupulosas herramientas como el ¨Grupo Wagner¨, un ejército privado de mercenarios rusos alineados a los intereses de Putin, son ultranacionalistas de extrema derecha, y que según expertos existe evidencia de su participación en el conflicto armado de Ucrania que provocó la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 apoyando a los rebeldes prorusia, y en conflictos de países como Siria, Libia, Sudán y la República Centroafricana. Y no es la única compañía militar privada originada en Rusia con estas características, pero es la más famosa. Putin no es un revolucionario humanista como sí un nacionalista conservador.
Como menciona Slavoj Zizek, más allá de que no coincida con él en muchas cosas, ¿Será tan sólo una casualidad que en manifestaciones en favor del actual gobierno se puedan ver imágenes y bustos de Stalin? ¿Acaso no se corre un riesgo al celebrar como una imposición de políticas progresistas antimperialistas el derrocamiento del gobierno ucraniano y no como un posible retorno a la política exterior y nacional zarista? Sólo el tiempo lo dirá, pero es posible que la invasión en curso del Donbás sea el rechazo final a la tradición leninista en Rusia, no miente Zizek cuando menciona que la construcción de la identidad nacional de Ucrania no fue en la Rusia zarista, que frustró la autoafirmación ucraniana como nación, sino en la primera década de la Unión Soviética liderada por Lenin, cuando establecieron su identidad nacional completa.
Esa dirección soviética alentó una política nacional de renacimiento ucraniano, en la literatura, las artes, el idioma y la cultura en general, ya que la ucranización fue una implementación de la política soviética de ¨korenización¨, de indigenización, ya que era parte de la visión de los bolcheviques el introducir beneficios universales de atención médica, educación y seguridad social, así como el derecho al trabajo y la vivienda, o los derechos de las mujeres a través de nuevas leyes diseñadas para eliminar las desigualdades sistémicas, y no es casualidad que la mayoría de estas políticas se revirtieran a principios de la década de 1930, después de que Iósif Stalin consolidara gradualmente su poder para convertirse en el líder del Partido Comunista. Según Putin, después de la Revolución rusa de 1917, les tocó a los bolcheviques agraviar a Rusia, él prefiere una Rusia con el poder centralizado (imperio soviético), que tendrá que lograr muchas proezas con la descomunal oleada de sanciones económicas que el orden mundial liberal y anglosajón le ha impuesto.
¿Serán suficientes para frenar el avance y consolidación del eje euroasiático Rusia-China?
Pues cierto es que cuando Biden, en nombre del orden mundial liberal, asegura que desconectará a Rusia del mundo¨, se refiere al mundo occidental, porque Rusia lleva preparándose para este momento durante décadas a la par de China, ya desarrollaron su propio versión de internet el ´RuNet¨ sus propios DNS o directorios de dominios (por ejemplo, “.com”, “.net”, “.org”) y direcciones de páginas web, que son los que sustentan la internet en el mundo, para que la red en el país pueda operar de manera casi autónoma. O su propio GPS el sistema GLONASS (Global Navigation Satellite System, o Sistema Mundial de Navegación por Satélite), gestionado por el Ejército, o la posibilidad de seguir los negocios con Europa por medio de las criptomonedas, Rusia es el tercer país minero de criptomonedas (criptodivisas) más poderoso. Posee más de 16.5 billones de rublos (o 214,000 millones de dólares) en criptomonedas, según una estimación del Kremlin. Y Bloomberg afirma que dicha cifra es equivalente al 12% del valor total de las participaciones globales, o a un tercio de la capitalización de mercado del índice bursátil de referencia de Rusia (el valor total de sus acciones que cotizan en bolsa). Aunque como menciona Alexander Filatov, cofundador y director ejecutivo del desarrollador de blockchain ¨TON labs¨, no sería sorprendente que la cifra fuese superior por lo difícil que es valorar la cantidad real gracias a su naturaleza descentralizada.
"...lo que no se vale es ignorar y relativizar cualquier hecho con cobardía posmodernista eternizante del podrido status quo."
Lo que es seguro es que en Ucrania está en juego mucho más que el derecho a la autodeterminación de ese pueblo o el expansionismo de la OTAN en el éste de Europa, está en juego el futuro de la humanidad que aunque suena trillado, es un recordatorio apropiado para los inocentes que piensan que esto no afectará mucho las realidades latinoamericanas, sus propias realidades, y por ende no se requiere informarse y formarse un criterio sobre los hechos, que ayude a tener una postura más clara de la ¨realidad¨ global, no sólo de cara a las próximas contiendas electorales, sobre todo a las nuevas problemáticas y sus respectivas luchas sociales que nazcan por la vía que sea necesaria. Incluso si eres un liberal financierista es importante tener consciencia de la realidad geopolítica a la hora de invertir esfuerzos, no se diga para los que dicen abogar por la construcción de un mundo con más justicia social y menos inequidad que en algunos casos de a poco se logra, o en redes sociales aspiran al colectivismo y la consciencia social frente al individualismo, por lo que se vale opinar, lo que no se vale es ignorar y relativizar cualquier hecho con cobardía posmodernista eternizante del podrido status quo.