Rodrigo Arlok Tlapiani
La progresiva “occidentalización” de Japón, arrogándose los intereses y atribuciones de EU y la OTAN, puede significar una dura caída de su lugar como potencia asiática. Más aún cuando tiene sus propios problemas domésticos, como los demográficos. En abril pasado, el Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón informó que en el 2021 el país registró su mayor descenso poblacional, llegando alrededor de 125,5 millones de personas, 644.000 menos que el año anterior, en lo que representa la caída más pronunciada desde 1950.
El número de muertes superó a la tasa de natalidad, mientras que la población activa (15 y 64 años) también registró una caída histórica alcanzando el 59,4 % del total de la población. Los altos costos de la educación, entre otros factores, han hecho que los jóvenes decidan casarse tardíamente. La crisis en la región del sudeste asiático y en particular la recesión económica de Japón, pusieron en tela de juicio la eficacia de las políticas de estabilización y ajuste del Fondo Monetario Internacional.
Parte de otro descomunal problema al que se enfrenta Japón, su deuda pública, Japón es el país más endeudado del orbe, con una representatividad de casi 257% de su Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2021, seguido de Italia (154%) y Estados Unidos (133%), indican cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI). El origen de la deuda nipona podríamos ubicarlo a finales de la década de los 80 del siglo pasado, una burbuja en el sector de la construcción causó estragos en la economía japonesa. La economía del país no termina de despegar, y a pesar de tener la tasa de desempleo más baja, gracias a la deuda, la economía del país sigue estancada.
La alianza entre Japón y EU, en el papel, en el nuevo contexto regional y global marcado por la pérdida de influencia estadunidense en múltiples áreas, otorga a Japón un lugar preponderante en la estrategia tendiente a recuperar el terreno perdido ante los progresos realizados por los países asiáticos, principalmente la República Popular China, pero en el trasfondo aún persiste el ejercicio del poder que coacciona la soberanía nipona.
Y por lo mismo, cómo dejará de ser una alianza fastidiosa y farisaica, si históricamente su “aliado” (EU), que por cierto es el único gobierno en el mundo que ha utilizado todos los tipos de armas de destrucción masiva en la Historia, dejó cicatrices abominables físicas en Hiroshima y Nagasaki, pero también idiosincrásicas e ideológicas (partidistas). Son innegables las estructuras políticas en el país por dónde se ejerce un poder superlativo a su soberanía. Por ejemplo, aunque cuentan con mejor y mayor armamento que naciones como Sudáfrica, Irak o Arabia Saudita, Japón está impedido a tener fuerzas armadas o militares, aunque si cuenta con un cuerpo de “autodefensas” pero supervisado por EU y compuesto por 250 mil “funcionarios civiles”, para su defensa terrestre, marítima y aérea.
El 2 de septiembre de 1945 el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Mamoru Shigemitsu, firmó la rendición del país nipón, ante la incapacidad de su ejército para enfrentar el contraataque de los países Aliados al final de la II Guerra Mundial. Sustentados en ese documento, Estados Unidos por medio de su Departamento de Guerra, forzaron al país asiático a adquirir una constitución ¨pacifista¨; es decir, Japón se comprometió a nunca más tener un Ejército, declarar la guerra, ni aplicar una política de seguridad ofensiva.
"Por ejemplo, aunque cuentan con mejor y mayor armamento que naciones como Sudáfrica, Irak o Arabia Saudita, Japón está impedido a tener fuerzas armadas o militares, aunque si cuenta con un cuerpo de "autodefensas" pero supervisado por EU y compuesto por 250 mil "funcionarios civiles", para su defensa terrestre, marítima y aérea."
Después de siete décadas esta regulación sigue vigente, de acuerdo con el artículo 9° de la Carta Magna japonesa, esta nación sólo puede actuar en caso de estricta autodefensa, lo que explica mucho el mangoneo geopolítico de EU hacia Japón como peón de su guerra contra la India (sin olvidarnos de China y el conflicto en Taiwán), y el porqué es el país con más deuda en el mundo, así como el estancamiento de su economía y el entreguismo del Partido Liberal Japonés o el Partido Democrático Japonés.
Japón apostó por un ambiente de certidumbre mediante un régimen comercial proteccionista (maquillado) para gestionar un superávit comercial (cuando un país exporta más bienes y servicios de los que compra en el exterior), y a través de una política monetaria poco activa, lo que implicaba tasas de interés cercanas a cero, cuyas consecuencias fueron, por un lado, el rápido crecimiento de las economías de la zona y, por otro, altas tasas de ganancias fuera de Japón. El resultado no fue otro más que el deterioro sistemático de las condiciones macroeconómicas de la región. Como todos sabemos el FMI es controlado por EU y con sus estrategias, como la asfixia financiera, han logrado que los países de la zona busquen desligarse de ¨occidente¨ poniendo su horizonte en Eurasia. Es lo que sucedió con la India que, a pesar de estar enemistado históricamente con China, ha decidido fortalecer sus relaciones con Rusia e indirectamente con el bloque económico del cual forma parte, que precisamente incluye a China, la pesadilla de cualquier presidente norteamericano.
Biden parece estar enfurecido con la postura ¨blanda¨ de la India hacia Rusia en medio del conflicto en Ucrania. Por lo tanto, está utilizando todos los medios posibles para restringir la autoridad de la India en la región y borrarlo de su mapa geoestratégico.
Por ejemplo, cuando el primer ministro japonés, Fumio Kishida, mantuvo conversaciones con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ocurrieron dos anomalías. Primero, el secretario general de la OTAN no mencionó a India. Lo que significa que la OTAN está buscando expandir su influencia en el Indo-Pacífico sin contemplar a India. La OTAN quiere socavar la influencia de India en la región menospreciándola lo cual parece un error pueril. Entonces, si bien todos los países del QUAD (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, es un foro estratégico informal entre Estados Unidos, Japón, Australia e India) ocupan un lugar destacado en los planes del Indo-Pacífico de la OTAN, ahora India ni siquiera es mencionada en esa retórica.
La segunda anomalía se dio cuando Stoltenberg durante esa misma reunión se refirió al Indo-Pacífico como “Asia-Pacífico”. Esto sustenta y reitera la idea de que Biden quiere socavar el papel de India en la región aun cuando el propio Bank of América predijo que India adelantará a Japón como la tercera economía más grande del mundo en 2028. Y, lamentablemente, la sujeción del primer ministro Kishida está facilitando a Biden la desestabilización de la zona.
"La OTAN quiere socavar la influencia de India en la región menospreciándola lo cual parece un error pueril."
Kishida no ve o no desea ver, que el enfoque de Japón, pero sobre todo de quienes influyen en él, de EU y Occidente, debe estar en construir un QUAD contemplando el liderazgo indio que contrarreste el expansionismo chino en la región, no lanzar a India a los brazos de Rusia y una posible, si no alianza, una relación formal y contundente con China. Además, Kishida no ha sabido reconocer que la OTAN es fundamentalmente antirrusa. Por lo que no tiene nada que ver con la respuesta del área a China. QUAD, por otro lado, proporcionaría un foro para que los miembros debatan asuntos regionales e impongan una presión coordinada sobre China. Más aún cuando son las propias potencias mundiales las que favorecen la importancia de la India en la región del Indo-Pacífico.
Después de la Segunda Guerra Mundial la política de Japón fue alineada por occidente para evitar conflictos innecesarios y guerras devastadoras. Aparte de que el país ha tenido suficiente después de los dos bombardeos nucleares durante la Guerra Mundial. Sin embargo, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, puede haber cometido un error fatal al confrontar a Rusia y poner en riesgo a todo su país. Hasta ahora, Rusia había mantenido silencio sobre el tema de la disputa de las Islas Kuriles con Japón, pero Tokio ahora lo está abordando de la manera equivocada y, de repente, Rusia parece estar adoptando una posición firme sobre el tema.
Tan es así que Rusia pondrá fin a los viajes sin visa a las islas Kuriles para los ex residentes japoneses. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha dejado en claro que es posible que los antiguos residentes japoneses de las islas Kuriles, controladas por Rusia y reclamadas por Japón, deban obtener visas cuando visiten las tumbas de sus familias allí. De hecho, los lazos entre Rusia y Japón se han ido deteriorando desde hace bastante tiempo. En marzo, Rusia dijo que suspendería las negociaciones bilaterales con Japón, incluso sobre la disputa de las Islas Kuriles, para explorar un tratado de paz con Japón. Pero los intereses de EU y la OTAN también están en juego.
Sin embargo, este último intento posible de paz entre Tokio y Moscú también parece estar desapareciendo. Nozdrev dijo que Rusia no puede negociar con un país que “abiertamente representa una amenaza para nuestro país”. Moscú también detuvo un programa sin visa que permitía a los antiguos residentes japoneses visitar periódicamente las islas. De todos modos, se mantuvo intacto un esquema para permitir viajar sin visa a las tumbas ancestrales.
Cuando Shinzo Abe llegó al poder representando al Partido Liberal Japonés, Moscú y Tokio comenzaron a mostrar signos de colaboración en áreas estratégicas. Los dos países parecían estar bien encaminados para finalizar un acuerdo de paz que hubiera resultado beneficioso para ambas partes. Pero el vasallaje de Kishida hacia EU y la OTAN está provocando ante nuestros ojos desaciertos graves que ponen a Japón en una situación altamente riesgosa y delicada, pero que, a los ojos de occidente, la desestabilización de la zona puede representar la oportunidad de abrir un nuevo escenario de guerra, una ¨ucranización¨ de Japón, que les permita seguir con su agenda de un nuevo orden mundial.
Dado que Fumio Kishida decidió unirse a EU y la UE para sancionar a Rusia, provoca a Putin, por lo que decidió poner fin a todos los esfuerzos por llegar a un tratado de paz con los japoneses y reavivó la disputa de las Islas Kuriles. Tuvo la opción de permanecer neutral durante la guerra a pesar de la presión estadounidense. Pudo haber adoptado una retórica histórica, argumentando que Japón es el único país del mundo que ha sido bombardeado dos veces y que por lo tanto no tomaría partido en una guerra de la escala que se libra en Ucrania. De esta manera habría logrado evitar irritar a Moscú. De hecho, India también decidió permanecer neutral durante la guerra en curso y evitó cualquier consecuencia adversa.
"Cuando Fumio Kishida decidió unirse a EE. UU. y la UE para sancionar a Rusia, provocaron a Putin, por lo que decidió poner fin a todos los esfuerzos por llegar a un tratado de paz con los japoneses y reavivó la disputa de las Islas Kuriles."
Por otra parte, EU, el Reino Unido y Australia buscan ampliar su alianza trilateral (AUKUS) que contempla una variedad de capacidades militares modernizadas, y en la cual incluyeron a Japón, asegurando la provisión de submarinos nucleares para la flota del país oceánico, pero erróneamente el bloque liderado por EU careció de la sabiduría para reconocer la supremacía de India en la región. En geopolítica no todo es cuestión económica, o demográfica, también militar e India posé suficientes armas nucleares algo que tiene gran peso, las estimaciones sugieren que la India tiene entre 130 y 140 armas, en consonancia con las estimaciones que calculan que ha producido suficiente plutonio con grado nuclear para hasta 2600 armas nucleares. Lo que debería ser suficiente para que EU recapitule en su estrategia, pero muy a su estilo despótico supremacista no es así.
De hecho, las potencias mundiales clave de la UE, como Francia, creen que China no puede ser tratada en la región sin incluir a India. Francia también se opone a la presencia de la OTAN en el Indo-Pacífico, y junto con Alemania representan la cuarteadura por dónde comenzará a fracturarse le UE y la OTAN.
Por todo ello, la falta de compromiso de la India con la iniciativa de Biden el IPEF (el marco económico Indo-Pacífico) es una fuerte bofetada en la cara de los EU. En cualquier caso, EU lleva tiempo trabajando para restar importancia a la influencia de India en la zona, bajo el ¨liderazgo¨ de Joe Biden, utilizando a Japón de forma similar a como utilizó a Ucrania al principio del conflicto, años antes de llegar a la guerra con Rusia. Pero su plan fallido en el Indo-Pacífico de Biden está evidenciando otra faceta desfasada, torpe y demagógica, como vestigio del hegemonismo mesiánico de EU y el orden mundial liberal.
"De hecho, las potencias mundiales clave de la UE, como Francia, creen que China no puede ser tratada en la región sin incluir a India."
Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses en el mundo